Algunos usuarios encargan biografías póstumas, su intención es dejar al mundo una buena reputación online más allá del día de su fallecimiento
En la red ya existe un amplio negocio de la muerte en el que la reputación digital constituye su principal activo. Páginas conmemorativas, albaceas virtuales o servicios de biografía post mortem son los servicios más demandados.
Saber si podemos acceder a la cuenta de e-mail de un fallecido es una situación frecuente. Muchos seres queridos se plantean la necesidad de acceder a información personal que por supuesto sigue siendo privada.
En la red existen millones de cuentas abiertas de personas fallecidas. Se trata de un tema no exento de polémicas ya que muchos usuarios siguen contactando o incluso escribiendo en las redes del fallecido al no conocer su deceso. Facebook dispone de un servicio de páginas conmemorativas. Sirven para que los seres queridos publiquen mensajes de admiración y homenaje.
Saber que sucede con nuestro patrimonio digital es un tema difícil de gestionar. Los usuarios acumulan posts, fotos, blogs, opiniones en foros y suscripciones que no siempre se detienen cuando uno fallece.
Los albaceas digitales pueden administrar su espacio más allá del día de su muerte y durante un periodo de tiempo determinado.
Las biografías póstumas permiten preservar el recuerdo para las próximas generaciones. Son cada vez más solicitados por personas al considerar que es uno de los temas que se deben gestionar.
En todo el mundo se ha generalizado los funerales telemáticos. Mediante tecnologías TIC se puede seguir el acto a través de un móvil o dispositivo ubicado a miles de kilómetros de distancia.