“Si usara Tik Tok perdería toda mi reputación”, esta es una frase cada vez más clásica que define como esta red no está exenta de riesgos para las marcas empresariales. Con cerca de mil millones de usuarios la app asiática ya se ha convertido en uno de los grandes titanes de Internet. Su sencillez y cercanía atrae cada día a público joven de todo el mundo. Pero como cualquier otra herramienta digital también tiene sus propias vulnerabilidades y ya es utilizada para cometer ataques reputacionales en línea. El contenido inapropiado, la exposición a extraños, o la desinformación propia de estas redes virales pueden ser armas de doble filo que mancillen a un sujeto ante el mayor escaparate del mundo.
Tik Tok puede ser utilizado para lanzar retos virales que pueden poner en la cuerda floja la reputación digital del usuario. Además, la plataforma también es vulnerable a robos de identidad, las adicciones y el robo de cuentas.
Otros riesgos consisten en la dificultad para dar de baja cuentas zombie anteriormente creadas. Muchos usuarios desconocen que su perfil es accesible o que una foto o video compartida entre sus amigos se ha hecho viral.
Algunos usuarios pueden publicar fotos comprometidas, utilizarlas para el ciberbulling y el ciberacoso; mostrar actitudes de menosprecio o exhibir carencias físicas de terceros. La app recopila mucha información sobre la actividad del terminal y algunos ciberdelincuentes pueden aprovecharla para hacer un ilícito.
