El honor es una emoción que guarda relación con cualidades morales y familiares. Está íntimamente ligado al orgullo y al sentimiento de pertenencia a un grupo o familia. El sujeto se siente fiel a su ética y principios ideológicos.
El respeto hacia sí mismo como vértebra de la rectitud ética y moral, el honor implica, además, una conducta inamovible de un ser hacia sus ideas.
La reputación es un concepto más dinámico que guarda relación con el conjunto de percepciones que otros tienen de nuestra identidad. La necesidad de ser respetado, la opinión de los demás como mecanismo de éxito o fracaso. La visibilidad que uno alcanza y como esta impacta en su entorno.
La identidad es común a ambos conceptos porque es de la que parte el conjunto de proyecciones. Como en un árbol, la identidad es el tronco, la copa es el honor y la sombra que proyecta es la reputación digital.
Existen otros términos derivados como prestigio, entendido como aquel que es considerado como relevante y de importancia para el público observador.
